La escena Metal en Costa Rica es complicada en muchos aspectos, especialmente por la enorme cantidad de bandas que existen pero las cuales cuentan con un apoyo inversamente proporcional a su número; a pesar de esto también existen bandas que tratan de hacer las cosas bien y elevar el nivel de la música nacional. Hace 10 años apareció December's Cold Winter los cuales a base de motivación y más importante aún, mucho trabajo, lograron hacerse de un lugar importante dentro del movimiento tico. Es así como en el año 2005 editan Decaying Recollections, el cual es sin duda una demostración de como querer es poder y muchos afirmaban que este podría ser el mejor disco que una banda costarricense hubiera grabado. Evidentemente y como el nombre de esta reseña indica December's Cold Winter ha dejado de existir para dar paso a Advent Of Bedlam, un renacer que busca, como es costumbre, llegar siempre más alto esta vez con un disco de Death Metal que no tiene nada que envidiarle a los mejores exponentes del género, es más, casi que se podría decir que este es una nueva marca en calidad nacional.

Behold The Chaos no es tímido al mostrar de que se trata ya que desde el principio hay un nivel de brutalidad sumamente palpable. Es sumamente interesante la forma en que la banda ha buscado un sonido bastante contundente pero que no es fácil de encasillar en dentro de un estilo definido; claro que es notable una fuerte influencia de la escuela sueca, pero también es evidente que hay un gran aporte de la escena polaca dentro de la forma de componer de la banda. Obviamente que parte del trabajo de un disco está en la ejecución de la banda, la cual en este caso es sumamente ejemplar, particularmente el trabajo de guitarras y batería; pero una excelente ejecución no es nada si no se plasma de forma correcta en la grabación del álbum y este es otro punto donde Advent Of Bedlam hace un gran trabajo. Es obvio que Max Gutierrez dedicó un gran tiempo para que los instrumentos no sonaran saturados o huecos y también que la mezcla fuera efectiva.

Los temas son lo que se puede esperar de un Death Metal técnico, lo que significa que hay una gran cantidad de cambios a nivel rítmicos pero arrojados dentro de cada uno con bastante mesura, que se traduce en canciones que son interesantes y nunca caen en la temida pirotecnia sin sentido de la cual muchos son víctima. Excelente y digno de mención es la re-grabación del tema The Abalaster Corpse así como la  participación de los seguidores de la agrupación en el tema The Darkest Alliance, donde 88 voces hacen los coros y le dan una muy buena adición a la ya tremenda musicalización. Por otro lado también hay que hablar de la dirección artística, la cual como mencionó Roy Zumbado durante la presentación del disco a los medios, estuvo a cargo de Alex Hofmann. Justamente el arte expresa muy bien el sentimiento presente a lo largo de toda la producción: un sonido incendiario, elemental y caótico.

Para ser franco este disco es simplemente excelente y  mejor aún es que a pesar de la gran calidad que tiene todavía hay gran espacio para mejorar y continuar el crecimiento de la banda. Da gusto ver como las bandas en Costa Rica están demostrando que la escena se va profesionalizando cada vez más, al punto que esa mentalidad de "apoyar cualquier trabajo solo por ser tico" es obsoleta; si hay que apoyar que sea porque tiene calidad y no solamente por caer bien. Pura vida al buen metal de Costa Rica.

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