Receta para preparar Dawn of Ashes: 1 taza de obsesión por películas de horror, 2 tazas de maquillaje GWAR / Freddy Krueger y medio kilo de Cradle of Filth. Hornear a temperatura Dimmu Borgir, servir y añadir Immortal a su gusto. Les presento a la banda Dawn of Ashes, los cuales presentan su debut no solo en la disquera Metal Blade sino también con su nueva dirección musical (antes de este disco la banda se movía dentro del estilo Industrial/EBM).

La primera impresión de este disco es bastante agradable; una mezcla de Death Metal con algo de pomposidad Black Metal son las característica más prominentes de esta banda y en general funciona bien. Sonidos muy limpios pero con mucho peso y contundencia son los que se hayan en el primer tema Conjuration of the Maskim's Black Blood, justamente hablando de este mismo me pareció prudente que la banda no abriera con un intro como es el caso de grupos que siempre buscan darle algo de dramatismo a su música. Hasta este punto el disco me parecia lento pero después me di cuenta que este no es el  estilo presente durante toda la producción; cuando llega Nyarlathotep's Children of the Void, el segundo tema, las cosas toman un poco más de velocidad y de hecho se puede percibir como la banda empieza a usar teclados para darle un aire fantasmagórico, que si es algo cajonero, no arruina un buen tema.

Para el comienzo del tercer tema, Seething the Flesh in the River of Phlegethon, la banda demuestra una gran cantidad de momentos tétricos y bastante melódicos e incluso un solo muy del promedio, nada del otro mundo pero de nuevo se disfruta bastante, de hecho su sucesor, titulado Transformation within Fictional Mutation marca un buen paso con una influencia muy marcada de Dimmu Borgir. Pero después de este punto es donde la cosa se pone difícil ya que mientras el inicio del disco es bastante constante en cuanto a calidad, la segunda mitad pierde un poco el entusiasmo y empieza a caer un poco en la repetición, claro que nada muy crítico ya que también hay temas bastante recomendados. Tal vez este es un buen ejemplo de una banda que apenas está encontrando su propio camino dentro de una escena Metal y lo hace jugando a lo seguro para darse a conocer, un camino fácil pero que le puede ayudar a abrir unas cuantas puertas al mismo tiempo que le puede crear muchos detractores.

No es que este disco sea una joya del 2010 pero definitivamente hay suficientes cosas buenas en esta banda que a pesar de ser tan, pero tan perturbadoramente parecida a otros exponentes no podría decir que pasé un mal rato con Genocide Chapters. Claro que también podría ser un poco más cínico y decir que en vez de Dawn of Ashes esta banda debería llamarse Cradle of Borgir y casi lo es, pero a pesar de esto no veo suficientes razones como para enterrar vivos a estos músicos ya que si se analiza detenidamente tienen mucho potencial a pesar de carecer de originalidad. Recomendado si les gustan los últimos trabajos de cualquiera de las bandas nombradas en esta reseña y canciones con títulos ridículamente extensos.

-Calificación-