Hola, me llamo Andrés y tengo un problema. Todo comenzó hace unos días cuando recibí una copia promocional del nuevo disco de la banda ucraniana Drudkh, una banda casi de culto dentro dentro del Black Metal que incluso para el estándar del género resulta extraña debido a su alto nivel de reserva dentro de sus miembros (nunca han dado una entrevista ni han sacado una sola foto de la banda). Al principio no estaba seguro de escucharlo pero después de meditarlo pensé que nada malo me iba a ocurrir ya que a pesar de estar ciertamente familiarizado con esta excelente banda nunca había considerado que sería un problema en un futuro, pero estaba equivocado.

Una vez que comencé con el primer tema del disco no pude parar hasta escucharlo todo, y justo cuando acabé me di cuenta que necesitaba oirlo de nuevo, y otra vez. Es así como sin darme cuenta 4 horas habían pasado y yo todavía lo estaba escuchando al mismo tiempo que con cada repetición me gustaba más y descubría nuevos elementos en los temas, esto gracias a una excelente construcción musical que se pasea por la psicodelia progresiva pero aplicada al Black Metal de manera tan sutil que es imposible no quedar enganchado. Pero eso fue hace una semana y aunque pensé que mi adicción pasaría rápidamente lo único que ha hecho es empeorar al punto que estoy usando tiempo que estaba asignado para escuchar otros promos  a seguir con Handful Of Stars.

Hablando ya en serio, Drudkh es una banda que puede ser desconocida para mucho por su extraña forma de hacer las cosas y su siempre negativa a conceder entrevistas, pero incluso para los que la conocen esta es una banda que llega a polarizar a mucho con su música la cual se puede describir como un Black Metal sumamente ambiental, algo crudo pero el cual ha ido poco a poco mostrando tendencias cada vez más experimentales y hasta progresivas que se combinan con mucho sentimiento pero siempre con un aire crudo; pocas bandas pueden crear una atmósfera tan perfecta como Drudkh.

Con este nuevo disco no cabe duda que la madurez de la banda es bastante evidente, especialmente por la forma en que Handful Of Stars logra fundir vocales realmente crudos con una líneas melódicas que suenan extensamente trabajadas pero sin ser aburridas. Estamos hablando que esta banda no tiene nada que envidiarle a actos como Opeth y su manera perfecta de combinar fuerza con elementos acústicos, pero es justamente aquí donde Drudkh logra crear una obra de arte con este álbum ya que el sonido de las guitarras y la forma que cada canción esta compuesta demuestran como la banda puede darle un sentimiento melancólico y trabajo sin dejar de ser Black Metal; nada mas hay que escuchar un tema como The Day Will Come para entender la profundidad en la música de estos ucranianos. Y para dejar claro la parte de los temas, este disco contiene 6 canciones de las cuales la primera y la última son apenas de un minuto, lo que se traduce en que los otros cuatro suman los 50 minutos que dura este trabajo.

Muchos podrían decir que el Black Metal es un género que poco a poco se ha convertido en una caricatura de si mismo y no los culpo ya que hay bandas que lo que hacen es restarle seriedad al mismo. Pero así como esas bandas no hacen nada por lograr levantar y progresar la escena, Drudkh presenta un disco que es el epitome de un Black Metal que busca avanzar y pensar de manera diferente. Claro que habrán muchos que no gusten de Handful Of Stars y prefieran bandas más violentas y rápidas, y eso está bien, pero cualquiera que busque un experiencia diferente aquí tienen una de las opciones más finas del momento. Casi es un hecho que estará en mi Top 10 del 2010.

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