Magnisphyricon (traten de decirlo 3 veces rápido) es la segunda entrega de Sons Of Seasons desde su debut titulado Gods Of Vermin en el 2009 y el cual tiene la difícil tarea de demostrar que este quinteto es más que un proyecto de Oliver Palotai (Kamelot) y consagrarlos como una banda con futuro, algo que en varios aspectos queda muy claro después de darle una buena escuchada, luego otra, otra, otra y otra.

Hay ciertas cosas que me gustan de este disco más que todo si se le compara con su trabajo anterior ya que principalmente la banda no se ha dormido en sus laureles y ha experimentado un poco más en cuestión de sonido y no ha sido tímida en añadir elementos nuevos a los temas. En este aspecto hay un detalle que no me canso de aplaudir y es que esta vez la banda presenta un poco más de personalidad y seguridad especialmente si se observa a la portada la cuál no cuenta con Simone Simons como una engañosa cara musical, algo que siempre consideré como una forma de ganar atención de manera fácil sobretodo si se considera que la música de Sons Of Seasons dista bastante de Epica.

El estilo que encontramos Magnisphyricon todavía sigue siendo uno sumamente progresivo y pseudo-sinfónico (mas bien moderado) pero con esta vez con una importancia notable en la manera en que las guitarras participan en las canciones, hay muchos solos los cuales añaden peso pero no se salen del contexto que se les busca dar o parecen arrojados al azar. Claramente hay un compromiso por mezclar de manera agradable y natural algo de Progressive Metal, Power Metal, Jazz y música clásica, pero mientras que todavía hay espacio para mejorar en el futuro, el presente es brillante.

En el espectro negativo de las cosas hay algo que no me gusta mucho y es la forma en que las canciones están acomodadas ya que a veces siento que el hilo musical se interrumpe de manera abrupta, pero esto es un capricho sobre un disco que presenta temas excelente por si mismos. Como mencioné en el segundo párrafo Simone Simons no está en la portada pero eso no significa que la pelirroja letal no se encuentre presente en alguna parte de Magnisphyricon ya que ella es quien se encarga de una gran parte de las tareas vocales en el tema Sanctuary, el cual es al mismo tiempo uno de los mejores y más diferentes del disco. Hay algo que también me llama la atención acerca del apartado vocal y es como Henning Basse a veces suena sumamente similar a Andi Deris en sus mejores momentos.

Magnisphyricon es un disco que simplemente representa uno de los mejores materiales del 2011 y si se es un fan de bandas como Kamelot o Symphony X entonces esto es la tierra prometida. Un disco con un sonido oscuro pero que no deja de ser sumamente recomendado para un público que gusta de una buena ejecución, composición y con algo de demencia con mesura; otro mas para la lista a lo mejor de este año y que me hace pensar que la banda aún no ha alcanzado su máximo potencial, lo cual es al mismo tiempo emocionante e inquietante.

-Recomendación-