Voy a ser honesto: cuando me llegó este promo hace mas o menos una semana y media fue algo que no esperaba pero que de alguna forma me generaba cierto morbo por escuchar, especialmente porque el desastre que fue su disco anterior es casi comparable con un St.Anger para mucha gente. Pero justamente por eso y por el respeto que le tengo a la banda no quería que mi concepto bajara aún mas. Un conflicto de intereses, por llamarlo de alguna manera. Pero bueno, si no quieren leer hasta el final de la reseña entonces les dijo lo que quieren saber: Sí, este es un disco sorpresivamente bueno. Tal vez mucho mejor de lo esperado. Ahora que si quieren saber un poco mas de detalles, entonces pueden seguir al próximo párrafo. 

Lo primero que hay que saber de este disco es que básicamente es una mezcla de lo viejo con lo nuevo. El la parte vieja está Trey Azagthoth quien como dicta la tradición es el cerebro detrás del ángel y también el regreso de Steve Tucker como bajista y vocalista. Por el lado de lo nuevo tenemos a Scott Fuller en la batería (Abysmal Dawn, Jungle Rot, Havok) y a Dan Vadim Von en complementando la parte de guitarras. Y aunque se puede decir que muchas veces los cambios de alineación toman su tiempo para acoplarse bien, en el caso de este disco no es algo que sea evidente en ningún momento. Punto a favor.

Pero de nada sirve una buena química si los temas no lo reflejan y justamente en este apartado las sorpresas comienzan. Piles of Little Arms tiene la difícil tarea de lograr darle credibilidad al intento de redención y que cualquiera que escuche el disco por primera vez se de cuenta que esta pieza no es otro caso de “Too Extreme!” y la verdad lo logra. Este es un tema totalmente digno de la banda y su legado. Y aunque no es el mejor, claramente logra darle el beneficio de la duda al resto del material. De hecho este es un tema sumamente técnico, cosa que para muchos era difícil que la lograran hacer.

En este punto y luego de dos temas tengo que admitir que mi pesimismo morboso fue reemplazado por un optimismo cauteloso, pero realmente con el tema es “Garden of Disdain” es cuando pude decir (o tal vez admitir) que estaba escuchando a Morbid Angel y lo cual habla muy, muy bien del esfuerzo para lograr endulzar el paladar luego del trago amargo que fue “aquel disco”. Pero la cosa no se detiene y tengo que admitir que me sorprendió la consistencia de las canciones luego de este punto. Obviamente cada persona va a tener sus temas favoritos pero definitivamente de los 11 que componen este álbum por lo menos 7 me resultaron muy buenos y les voy a ser honesto, eso es algo que ni en mis expectativas más optimistas era una opción.

Un punto que me tiene aún en duda es la calidad de la producción. Para escuchar este disco usé unos audífonos que tienen un sonido bastante plano y lastimosamente no he logrado reproducirlo en parlantes apropiados, pero a pesar de eso el disco no parece estar tan saturado en la parte de la mezcla y de hecho suena sumamente mesurado. Así que esto es algo que puede que cada uno tenga una percepción diferente pero de mi parte me parece muy buena.

Entonces luego de escuchar todo el disco ¿cuál es mi opinión? Aquí hay un par de opciones: por un lado siento que la banda logra (con creces) crear un disco superior a lo que pudo haber sido una continuación del sonido y estilo presente en Illud Divinum Insanus. Por otro lado este es un punto para pensar ya que justamente la barra estaba tan, pero tan abajo que de alguna manera casi que cualquier cosa podría considerarse un atino. La verdad tal vez se encuentra en un punto medio entre las dos opiniones, pero de lo que pueden tener certeza es que se nota a kilómetros que realmente hay una intención honesta de hacer un trabajo que sea digno de recibir por lo menos el beneficio de la duda. Solo queda esperar que el tiempo se encargue de darle el crédito que merece. ¿A ustedes qué les pareció?

-Calificación-

MUCHO MEJOR DE LO ESPERADO

Andrés